El Hospital Ramón Carrillo cumplió un año y los puntanos siguen pidiendo profesionales médicos

Fue el 1° de octubre del año pasado, casi medio año después de que la obra civil quedó inaugurada, que el Hospital Central “Ramón Carrillo” comenzó a brindar atención en los consultorios externos. Algunas de las críticas que surgieron inicialmente fueron disipándose con el paso del tiempo, pero otras no corrieron la misma suerte y hoy se mantienen latentes. La más preocupante es la falta de profesionales médicos.

12 meses más tarde, los sanluiseños continúan encontrándose con inconvenientes a la hora de acceder a la salud públicas, en un sistema que aunque lo niegue, está privatizada. Especialidades que no se cubren, meses de espera para conseguir un turno y horas para lograr asistencia ante una urgencia, son las principales consecuencias de la carencia.

Esta semana, el presidente Alberto Fernández visitó las instalaciones y quedó deslumbrado. Tuvo recorrida guiada y luego de eso colmó de eso derramó elogios. Solo había escuchado halagos del hospital, y quizás fue porque no lo llevaron a hablar con los pacientes o quienes estaban intentando ser atendidos.

Fue a instancias de Rodríguez Saá que el presidente paseó por el hospital. “Necesito que me prendan la luz”, dijo el gobernador en búsqueda de reconocimiento para la faraónica obra que no recibe los aplausos de los pacientes como pretende.

El aparato propagandístico del Gobierno sigue bombardeando por los medios y redes sociales con las imágenes y palabras presidenciales.
Fernández manifestó que los puntanos “tienen que estar muy orgullosos” del Carrillo, aunque “no lo saben medir adecuadamente”.

“Es un edificio alegre, contenedor, luminoso, es un lugar increíble”, ponderó y admiró las salas donde se atienden los pacientes cardiovasculares. Hubo usuarios que al leer los comentarios preguntaron por qué el hermano del gobernador no se atendió acá en lugar de trasladarlo en un avión sanitario contratado por el Gobierno a Buenos Aires.

Una vez que las declaraciones del primer mandatario nacional tomaron estado público, salieron a contarle a través de las redes sociales, exhibiendo la otra cara del hospital. Y la mayoría se hizo eco de las problemáticas que presenta, aunque también hubo otros que agradecieron los servicios que recibieron desde el “Ramón Carrillo”.

Pero no fueron los únicos, desde los gremios que nuclean a los trabajadores del sector, ATSA y APTS se han encargado de exponer cuestionamientos. Entre ellos, el maltrato a los profesionales, hostigamiento, la privatización de la salud, la falta de médicos y la precarización laboral.

“En ningún lugar del mundo vi un hospital como el ‘Ramón Carrillo’”, dijo el presidente de la Nación. Y coincidentemente fueron muchos los que plantearon de manera irónica que sí es único, pero por la carencia de profesionales para brindar la atención.

“El hospital no lo hace el edificio, también un personal idóneo”, afirmó María Del Carmen Varas.

Néstor Soria escribió que “sin médicos se habrá referido verdad, señor presidente”, mientras que Andrés Villegas preguntó si “¿nunca ha visto un hospital privado?”.

Leo Farías fue otro de los lectores de El Chorrillero que dejó su opinión: “Un lujo verdad, pero no hay salud en todo sentido. Un desastre, mucha gente tiene que ir a Mendoza y Córdoba”.

Miguel Héctor Muñoz advirtió que “nunca hizo falta semejante hospital, lo que siempre faltó fueron médicos”.

“Una verdadera obra arquitectónica, exuberante, para apreciar visualmente. Lástima que sea solo eso, porque está vacía de contenido humano y profesional. En lo que respecta a cuidar la salud del pueblo, para lo que se supone fue construido”, manifestó Amalia Escudero.

Antonella Gatica describió que el “Ramón Carrillo” es “todo lo que quieras, pero ni un neurólogo infantil hay en San Luis”.

“Claro no va a encontrar ninguno con las carencias que tiene el hospital, le habrán contado que a los enfermos los curan con morfina, nada más”, apuntó Sara Ester Núñez.

Cande Gómez cuestionó: “¿Por qué no se viene a hacer atender ni el gobernador acá?”, y añadió que es “una vergüenza ese hospital”.

“Por eso mi familia se está operando en Buenos Aires, porque acá no hay insumos ni médicos, vergüenza total”, sumó Sonia Beatriz Cruceño.

“Lo importante sería que lo pongan en marcha y que el usufructo sea para la salud pública. Hasta ahora, sobresale más el cartel que el servicio. Podríamos haber atendido acá a nuestro benemérito legislador nacional de una neumonía”, opinó Gustavo Herrera.

Con el mismo tono fueron numerosos los comentarios que plasmaron quejas sobre las prestaciones un año de su puesta en marcha.